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Foto del escritorBy Paola Pérez

De mamá que hace muñecas a mamá emprendedora (y ahora empresaria): construyendo un legado desde casa 💫

El mayor reto como mamá emprendedora no es solo equilibrar el tiempo, sino también ser referente para nuestros hijos. Hoy reflexiono sobre cómo he construido un camino que inspira a mi familia y cómo ese viaje me lleva a replantearme quién soy y hacia dónde voy como mujer, mamá y empresaria.


Hoy escuché una conversación entre mis hijos que me llenó el corazón y me hizo reflexionar sobre este camino que elegí. Mientras mi esposo los preparaba para su clase en la escuelita de arte, mi hijo de 6 años le decía a su hermana:


"Mamá trabaja mucho de emprendedora". Ella, con esa madurez tan única, respondió: "Sí, estudia mucho". Y él, sin dudar, reafirmó: "Sí, estudia mucho de emprendedora".

Ese pequeño intercambio significó todo para mí. Cuando comencé mi emprendimiento desde casa, una de mis mayores preocupaciones era cómo mis hijos percibirían mi trabajo. Temía que, al estar tanto tiempo en casa, pensaran que lo que hacía no tenía valor. No quería que me vieran simplemente como "la mamá que hace muñecas" o "la mamá que juega con muñecas".


Quería que entendieran que detrás de cada muñeca hay esfuerzo, aprendizaje y un sueño que persigo con pasión. Y más importante aún, quería ser para ellos un ejemplo de que se puede trabajar con amor, construir algo propio y aportar valor al mundo desde lo que uno ama hacer.


Hoy, al escuchar a mis hijos, supe que esos valores se están sembrando. Ellos no solo ven a mamá haciendo muñecas; ven a una emprendedora. Y eso, para mí, es un logro inmenso.


Porque ser mamá emprendedora no solo se trata de equilibrar horarios o de trabajar por los sueños. Se trata de inspirar con hechos, de mostrarles que no importa dónde estés o cómo empieces, con esfuerzo y dedicación puedes construir algo grande.


Y esta semana, escuchando a Yan De Simone en el foro de Omeu, reflexioné aún más sobre este viaje. Coincidiendo con la Semana Global Emprendedora, ella dijo algo que me hizo reír y pensar al mismo tiempo:


Cuando ya tenemos nuestra empresa legalmente registrada, dejamos de ser emprendedoras y pasamos a ser empresarias.

Eso me llevó a preguntarme: ¿en qué momento sucedió eso para mí? ¿Cuándo pasé de ser esa mamá que soñaba desde casa con un pequeño proyecto a ser una empresaria que lidera su propia marca? Aunque me considero emprendedora de corazón, tengo que reconocer que los pasos que he dado me han llevado a convertirme en empresaria. Y eso no solo me motiva, sino que me reafirma que el esfuerzo constante tiene sus frutos.


Por eso, a todas las mamás que emprenden, quiero decirles que el camino no tiene un único nombre. Podemos ser emprendedoras, empresarias, mamás creativas… Lo importante es que cada paso que damos, cada pregunta que nos hacemos y cada logro que celebramos nos lleva a construir algo único y valioso.


Hoy celebro no solo ser emprendedora y empresaria, sino ser referente para mis hijos.

Porque, al final del día, ellos no solo ven lo que hago, sino quién soy y cómo elijo avanzar. Y eso, más que cualquier éxito profesional, es lo que realmente trasciende.

¿Y vos? ¿Cómo te ves en tu camino de emprendedora o empresaria? Reflexioná sobre tus logros, celebrá cada paso y seguí avanzando. Compartí tu experiencia en los comentarios, ¡juntas seguimos inspirando!


Con cariño, Pao 💞

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